Por estos días se ha reunido el Congreso de los comerciantes dirigido por el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO) Jaime Alberto Cabal, que desde el 2019 viene hablando de la necesidad de una reforma laboral, que contemple la contratación por horas, la eliminación de las horas extras nocturnas, la creación de dos tipos de salario mínimo: uno urbano y otro de menor cuantía que sería el rural. El sueño de Jaime Alberto Cabal es que se legalice la sobre explotación del llamado salario integral, es decir, que los capitalistas se ahorren las prestaciones sociales como salud, pensión etc., desmejorando las condiciones de vida de los obreros y sus familias, de por sí ya desmejoradas por el pírrico salario mínimo que no alcanza para su sostenimiento y el de sus familias.

Estas medidas han sido orientadas por los imperialistas de la OCDE, el FMI, y el Banco Mundial, en resumen los dueños de los medios de producción, los que deciden que hacemos, que comemos y que estudiamos. Siguiendo las recomendaciones de estas instituciones los gobiernos de turno, socios y serviles ante esos intereses, buscan exprimir a los trabajadores y sus familias lo más posible, descargando la crisis económica de los capitalistas en los hombros de los pueblos.

Estas crisis económicas son resultados de la ley inherente al sistema capitalista, ya que sus crisis son producidas por la baja cuota de la ganancia, la competencia entre capitalistas los obliga a mantenerse en el mercado a través de la ampliación y modernización de su infraestructura. Como consecuencia, para competir sin afectar la ganancia buscan reducir o eliminar las condiciones laborales, desmejorando entre otras el salario. Es imposible de regular por más medidas que se “impongan” desde arriba, invariantemente el sistema capitalista impone medidas antiobreras y antipopulares. Esta ley fue lo que ocasionó el estallido social el 28 de abril que duró cuatro meses, presionando el paro de la producción a través de los bloqueos lo cual echó atrás la reforma tributaria y el decreto 010 sobre la salud que buscaba privatizarla aún más. Sin embargo, la crisis es profunda y con tendencia a su agudización.

Todas estas reformas como las mencionadas por el dirigente de la Federación de Comerciantes ya estaban igualmente contenidas en la agenda empresarial porque son órdenes de los imperialistas, por tal motivo, estas medidas planteadas en el pasado congreso de su federación, solo se pueden echar atrás si se lucha con independencia de clase, con respecto al Estado, los patronos, los imperialistas y de sus partidos burgueses; esta independencia es la que se propone la Escuela Sindical Independiente con la formación y educación de los obreros de las organizaciones sindicales y con la práctica de la solidaridad de clase.